Intervención.
Proyecto de decreto por el que se adiciona un artículo 101 bis 3 a la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en materia de acceso a internet libre de violencia contra niñas, niños y adolescentes.
La Senadora Alejandra Berenice Arias Trevilla: Con el permiso de la Presidencia.
Muy buenas tardes.
Compañeras y compañeros senadores:
En esta oportunidad me dirijo ante ustedes como senadora, pero también como madre, con la profunda convicción de que la protección de nuestros niños, niñas y adolescentes debe ser un tema primordial para el bienestar de nuestra nación.
El avance de las tecnologías ha traído consigo innumerables oportunidades para el desarrollo de nuestros menores, pero también ha traído consigo riesgos que, si no atendemos con urgencia, podrán comprometer su seguridad.
El acceso a internet es un derecho que debe ser respetado, un derecho que debe ser garantizado para que cada niño, cada niña y cada adolescente pueda ejercer plenamente su derecho a la educación, a la salud y a la información.
Pero este acceso, tan vital, debe ir acompañado de una red de protección que evite que se convierta en un campo minado de amenazas y peligros.
Es nuestra responsabilidad como legisladoras y legisladores establecer las condiciones necesarias para que nuestras niñas, niños y jóvenes puedan navegar por internet de manera segura sin miedo a ser acosados, manipulados o violentados.
Este dictamen que se nos presenta el día de hoy tiene un propósito claro, garantizar que el Estado no solo permita el acceso a internet, sino que también protege a nuestras futuras generaciones de las violencias digitales que afectan su intimidad, su privacidad y su dignidad.
No podemos quedarnos de brazos cruzados ante el alarmante aumento de ciberacoso, del grooming, de la difusión no autorizada de imágenes, de las amenazas y el abuso que sufren nuestros menores en la red.
Cada vez que un niño es víctima de violencia en línea, cada vez que un adolescente es acosada u humillada en internet, estamos hablando de consecuencias profundas, afectaciones emocionales, traumas, pérdida de autoestima, angustia y, en casos extremos, vidas quebradas.
No podemos permitir que nuestros hijos, los hijos de México sigan siendo víctimas de este tipo de violencia.
Las estadísticas son claras y preocupantes, en 2023 más del 20 % de usuarios de internet en México experimentaron alguna forma de violencia de ciberacoso; un incremento alarmante respecto al año anterior, y un porcentaje todavía mayor de adolescentes entre 12 y 17 años ha sido acosado en línea.
Desde 2019, y especialmente durante los meses de confinamiento, se registró un aumento en crímenes digitales, violencia en línea y tráfico de pornografía infantil; evidenciando las vulnerabilidades existentes en el espacio cibernético.
Debemos establecer, en nuestras leyes, que el acceso a internet sea siempre un derecho, pero también una oportunidad para que nuestros menores crezcan en un entorno seguro, libre de amenazas, libre de hostigamientos, libre de humillaciones; porque como legisladoras y legisladores tenemos hoy la obligación de construir un futuro en el que la tecnología no sea sinónimo de peligro, sino una herramienta que fortalezca a nuestros niños, que los ayude a aprender, a desarrollarse y a soñar.
Me gustaría destacar que entre las formas de violencia digital existe el grooming, donde un adulto engaña, manipula y establece una falsa amistad con un menor, para luego someterlo a la explotación sexual.
Estamos hablando de uno de los crímenes más peligrosos que podemos tener y, sin embargo, sigue ocurriendo todos los días en nuestra sociedad.
La protección a nuestros niños, niñas y adolescentes es un imperativo moral y político, no podemos permitir que el internet, esa herramienta que debe servir para el progreso, sea hoy un campo de batalla donde nuestros hijos se enfrentan a los peores horrores.
Como madre, como mujer, como senadora de Morena, es mi deber alzar la voz y legislar para que ningún niño, ninguna niña, ningún adolescente en nuestro país vuelva a sufrir de violencia digital.
Por ello, les pido al día de hoy a mis compañeras y compañeros senadores que aprueben este dictamen con el compromiso con el que se está trabajando, y que nos quede claro que no estamos aquí solo para cumplir con una formalidad legislativa, sino para dar pasos concretos hacia un futuro donde el bienestar de nuestros niños y nuestras niñas sea una prioridad.
Es momento de legislar con firmeza para que el futuro digital de nuestras niñas, niños y adolescentes sea seguro, digno y libre de violencia.
Muchísimas gracias.