Excavación
No hay registro en el mundo, de una excavación mayor
en el tipo de subsuelo fangoso como el de la Ciudad de México.
Cuenta con 20 metros de profundidad y superficie de 9,000 m2. Se
extrajeron 175,000
metros cúbicos, los cuales se depositaron en el Bordo Poniente,
de conformidad con las normas ecológicas.
Por primera vez se utilizó una técnica de dividir el
terreno en 5 gajos y un núcleo, para excavar de manera alterna.
Se utilizó un procedimiento de sub-excavación, construyendo
primero la losa de superficie usando el suelo como cimbra, para luego
excavar debajo de ella similar al trabajo de las minas- y construir
piso por piso en orden descendente, garantizando la estabilidad del
subsuelo y, por tanto, la seguridad de la construcción, de las
calles y los edificios circundantes.
Hubo bombeo ininterrumpido –extracción e inyección-
de aguas freáticas durante la excavación, con propósito
de mantener estable el subsuelo.
Se presentó comportamiento inesperado del subsuelo, que se
subsanó con trabajos y lapsos que requirieron ampliación
en plazo de al menos 6 meses, garantizando la seguridad del inmueble,
las calles y edificios alrededor.
Se monitoreó la nivelación de calles y edificios a
la redonda para verificar su comportamiento.
El procedimiento mereció reconocimiento internacional mediante
el programa Megaestructuras de National Geographic Channel.