BIENVENIDA
La educación, además de ser uno de los derechos fundamentales, es el principal motor del desarrollo de los individuos y con ello de las naciones. Además de ser derecho universal de las personas, es un instrumento que asegura al ciudadano su pleno ejercicio de la libertad y la democracia. En sentido inverso, la falta de esta herramienta esencial para el desarrollo humano, desencadena la desigualdad en oportunidades y limita severamente el progreso individual e implanta, al interior de las sociedades, una espiral de exclusión, pobreza y marginación, ocasionando el deterioro del tejido social y con ello la falta de paz social. El constante cambio y avance en la técnica y la tecnología, el constante avance de los conocimientos científicos, así como de todos los campos del saber humano, nos plantean un reto que no podemos ignorar. Los desafíos cuantitativos de la educación han seguido un cauce positivo, dejando al descubierto nuevas problemáticas ligadas a la construcción de mecanismos que aseguren no sólo el acceso universal al sistema, sino que éste garantice que los servicios sean prestados, sobre todo, con calidad. En esta movilidad educativa, la labor del Legislativo ha sido identificada como una de las variables más influyentes para el logro de esta zancada cualitativa. Lograr un marco jurídico educativo de vanguardia internacional depende primordialmente de la existencia de un Sistema Educativo incluyente, transparente, eficaz y sobre todo, equitativo; esto se logra con la existencia de las figuras legales y las instituciones educativas que fomenten dicho sistema. Todo ello implica la creación, corrección, fortalecimiento y ampliación de las herramientas de enseñanza y aprendizaje. En esta tarea, la acción legislativa es indispensable para atender los señalamientos y tendencias internacionales en materia educativa, tanto como las demostraciones empíricas locales que han expuesto la urgencia de renovar los métodos y formas de su funcionamiento. Por esto, los Senadores que conformamos esta comisión, tenemos la tarea de construir juntos los instrumentos jurídicos que fortalezcan el sistema educativo mexicano y lo lleven por la vía de los cambios progresivos y definitorios que necesitamos. Gracias y bienvenidos,
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