BIENVENIDA
El papel de las instituciones del Estado y sus decisiones en materia cultural se encuentran estrechamente vinculadas con lo que sucede a los ciudadanos en su comunidad; su orientación, calidad e intensidad perfilará las características de la democracia y la manera en que la Nación puede interrelacionarse con otros pueblos y naciones. En política cultural, la libertad de expresión se traduce en un incentivo a la libertad creativa; la no discriminación es el respeto a cualquier manifestación y leguaje del que se valgan los creadores y difusores de las artes y la diversidad es el espacio de interrelación y participación de los distintos mundos de vida de una sociedad caracterizada por la diversidad y multiplicidad. La Comisión de Cultura del Senado de la República orienta sus esfuerzos legislativos al cumplimiento de los derechos fundamentales relacionados con la cultura en un contexto en el que, además, no se sustituye sino se apoyan las inquietudes, experiencia, reflexión e iniciativas de quienes participan activamente en las tareas de creación, difusión y promoción del arte, la cultura y la historia. Sólo con una visión de Estado democrático, podemos aspirar a que, en el siglo XXI, la cultura se constituya en un factor determinante en la cooperación social y el desarrollo y sirva de base para estrechar los vínculos entre los grupos sociales y generaciones. El propósito es hacer que las manifestaciones del arte y la cultura, la educación artística, el patrimonio cultural, las expresiones de la cultura popular y las industrias culturales, sean una opción de vida e identidad y no sólo un modo de esparcimiento. Se trata que el papel del Estado en materia cultural se enfoque a garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales para hacer de la cultura un elemento de ciudadanía que favorezca la cohesión y la inclusión social.
Sen. Javier Lozano Alarcón
|